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¿Cuánta presión debe ejercerse en el empuje de manos?

El punto de contacto define la interacción en empuje de manos.

Esta es una pregunta frecuente cuando se prueba el empuje de manos de taichi, especialmente cuando se han visto diferentes enfoques. Hablamos aquí concretamente de la presión sobre el punto de contacto en reposo, sin entrar en empujar o aplicar técnicas propiamente dichas.

En algunas escuelas existe la tendencia a utilizar un contacto muy suave y ligero. La premisa aquí suele ser que no se quiere ofrecer información al oponente a través del contacto. La idea principal es que si presionamos mucho, estaríamos dando una presión que el oponente podría utilizar en nuestra contra.

En mis intercambios de empuje de manos en varios países por Europa y Estados Unidos, nunca he encontrado a alguien que pudiera aplicar este enfoque de manera efectiva sin compensar con reacciones bruscas o agresivas. Se podría decir que eran muy suaves hasta que algo empezaba a ir mal, momento en el cual reaccionaban de forma dura y sobre todo basada en la velocidad, no en la estructura o la técnica. Por supuesto, muchos de estos practicantes no veían la interacción de la misma manera y pensaban realmente estar aplicando una habilidad auténtica.

En realidad, si bien es posible que incluso una leve presión aplicada sobre el punto de contacto pueda ser utilizada en nuestra contra, es necesaria una habilidad bastante refinada para conseguir esto hasta el punto de que no debería ser una gran preocupación en la primera fase del aprendizaje. En lugar de eso, deberíamos atender a desarrollar un sólido fundamento.

Otro tipo de escuelas aplican mucha presión en el punto de contacto. El propósito aquí es trabajar claramente con la estructura y las fuerzas aplicadas, para ser capaz de alinear el cuerpo correctamente a la vez que permanecemos relajados. Es un estilo que enfatiza la claridad en la estructura y la relajación ante la presión.

Este tipo de practicantes suelen ser más sólidos en su práctica pero no tardan mucho en encontrar obstáculos a su desarrollo, pues los aspectos más sutiles de la neutralización son difíciles de acceder trabajando de esta manera.

Por contra, un enfoque donde se aplica la presión natural del contacto es aquel que no busca añadir presión ni retirar presión del punto de contacto, sino simplemente estar en él con el peso natural del cuerpo, por ejemplo el peso de los brazos, que es la parte del cuerpo que está en contacto con el oponente la mayor parte del tiempo durante el empuje de manos. Este tipo de enfoque enfatiza la adherencia (粘黏 zhānnián), es decir, la cualidad de permanecer en contacto sin resistirse o colapsar.

En este enfoque, tratamos de reconocer las cualidades básicas de sostener (支勁 zhījìn) y descansar (栖息勁 qīxījìn), que como aspectos yin y yang se complementan para dar lugar a la adherencia (粘黏 zhānnián). Adicionalmente, son necesarias las cinco operaciones técnicas de rodar (滾勁 gǔnjìn), pivotar (樞勁 shūjìn), transferir (遷勁 qiānjìn), ajustar con los dedos (點點勁 diǎndiǎnjìn), e intercambiar (換勁 huànjìn) para poder mantener la energía de la adherencia de manera relajada y fluida, sin cometer errores.

Si bien todos los estilos de taichi hablan de la importancia de la adherencia, en la práctica, la mayoría la coloca en un segundo plano. No es raro encontrar interacciones cuando se hace empuje de manos entre escuelas basadas en los empujes aislados y las respuestas sorpresivas basadas en velocidad, resistiéndose o tratando de evitar el contacto. Tal interacción adolece de una pobre comprensión de los principios del empuje de manos de taichi, cayendo en una degradación de la técnica y del estilo en una especie de “todo vale” con tal de “ganar” al oponente.

Una vez que se entiende adecuadamente la energía de adherirse, a través de las cualidades de sostener y descansar, podemos progresar en el estudio de las siguientes energías en la lógica secuencia de aprendizaje y aplicación: escuchar (聽勁 tīngjìn), comprender (懂勁 dǒngjìn), recibir (走勁 zǒujìn), neutralizar (化勁 huàjìn), atraer (引勁 yǐnjìn), atrapar (拿勁 nájìn), emitir (發勁 fājìn) y tomar prestado (借勁 jiējìn).

Todas estas energías se apoyan en la energía de adherencia (粘黏勁 zhānniánjìn). Sin una adherencia clara, las siguientes energías presentan deficiencias, del mismo modo que un edificio con pobres cimientos se tambalea en sus pisos superiores. Una vez que se comprenden estas energías (adherirse, escuchar, comprender, recibir, neutralizar, atraer, atrapar, emitir y tomar prestado) podemos realmente hacer casi cualquier cosa. A partir de este punto es cuando podemos realmente empezar a aplicar estrategias. Por ejemplo, podemos dar más presión en el punto de contacto para incitar al oponente a una determinada reacción o podemos retirar presión, para incitar al oponente a iniciar un movimiento. Para poder hacer esto de manera fluida y continua, necesitamos no obstante un dominio considerable de la energía de la adherencia.

Si nos saltamos el estudio de la interacción a través de la adherencia encontraremos rápidamente obstáculos. Tristemente, por una ansiedad por obtener resultados o por simple desconocimiento, muchos practicantes desatienden el estudio de la adherencia y buscan compensar sus deficiencias fundamentales mediante “trucos” basados en fuerza segmentada y velocidad, en lugar de en fuerza integrada en la estructura corporal. Más tristemente aún, a menudo estos trucos son justificados en base a determinados principios que suelen sacarse de contexto, contribuyendo a la perpetuación del fenómeno.

El estudio de “olvidarse a uno mismo para seguir al oponente” es arduo y desafía todos nuestros condicionamientos internos. Un profesor experimentado es imprescindible para apuntar nuestros defectos y acompañarnos en la travesía, un viaje hacia el propio conocimiento de qué es lo que nos limita a la hora de estar en contacto armónico con el compañero.